Hace justo un año, la DANA que arrasó la provincia de Valencia dejó 229 fallecidos y miles de damnificados. En medio del caos, un grupo de vecinos de Elda, entre los que se encuentra Pablo Ibáñez, se organizó en tiempo récord para llevar ayuda urgente a los pueblos más castigados. La primera expedición, apenas dos días después del desastre, partió con camiones cargados de comida y productos de higiene; la segunda, con la colaboración de la Guardia Civil, movilizó hasta 70 vehículos con maquinaria pesada.
Ibáñez ha explicado en La Ventana del Vinalopó que desde que vio las primeras imágenes por televisión, no dudó en implicarse: “sabíamos que teníamos que estar allí”. Organizó en pocas horas un operativo con una veintena de personas. Días después, sin apenas medios pero con una gran respuesta ciudadana, lograron una movilización aún mayor, señalando incluso que “mucha gente nos prestó maquinaria sin conocernos”.
Lo más duro, reconoce, fue escuchar los testimonios de quienes lo perdieron todo, desde seres queridos hasta sus casas y negocios. También lamenta la falta de coordinación de las autoridades. Aun así, se queda con lo positivo, destacando que “conocí a personas de toda España que dejaron su vida para ayudar. La solidaridad fue lo mejor que nos dejó aquella tragedia”.
