Elda cuenta con uno de los bosques de árboles taray más grande de España

El pantano de Elda alberga uno de los bosques de taray más extensos de toda la Península Ibérica, un espacio natural que se ha convertido en orgullo para la ciudad y en un punto clave de su ecosistema. Así lo ha explicado Tomás Palao, director del museo etnológico y gran conocedor de este entorno.

Aunque hoy su presencia es abundante, los tarays comenzaron a asentarse en la zona a partir de los años 60, coincidiendo con el fin del pastoreo intensivo. Desde entonces, su expansión ha sido constante, hasta formar un bosque único que se extiende no solo por el pantano, sino también a lo largo del cauce del río en el término municipal.

El Ayuntamiento de Elda ha habilitado recientemente un sendero que permite a los vecinos y visitantes pasear entre ejemplares de gran porte

Estos árboles cumplen un papel fundamental en el medio ambiente: albergan fauna protegida, purifican las aguas gracias a su capacidad de absorber sales y forman parte de la identidad natural e histórica de Elda. De hecho, ya en el siglo XVIII se utilizaban para delimitar parcelas y, a principios del siglo XX, incluso dieron origen a un medicamento de origen local, la “tarallina”, elaborada por el farmacéutico Maximiliano García Soriano.

El Ayuntamiento de Elda ha habilitado recientemente un sendero que atraviesa el bosque, lo que permite a los vecinos y visitantes pasear entre ejemplares de gran porte y disfrutar de un recorrido señalizado con paneles interpretativos sobre la fauna, la flora y el patrimonio histórico de la zona. Tomás subraya que se trata de “una forma de conocer para proteger”, fomentando así la educación ambiental y la conciencia ciudadana.

Con la llegada del verano y el aumento del riesgo de incendios, el experto recuerda la necesidad de extremar la precaución: “Está terminantemente prohibido hacer fuego en cualquier entorno natural. Solo con responsabilidad podremos garantizar la conservación de este tesoro natural que tenemos tan cerca de casa”.