La Escuela de Verano de San Crispín cierra su edición con más de 600 niños y niñas disfrutando de un mes inolvidable

Esta mañana del 31 de julio, llega a su fin una de las iniciativas más esperadas del verano en Elda: la Escuela de Verano de San Crispín. Durante cinco semanas, desde el pasado 23 de junio, más de 600 niños y niñas de entre 3 y 15 años han llenado de juegos, deporte y diversión las instalaciones del parque y el complejo deportivo de San Crispín.

La edición de este año ha destacado por su carácter inclusivo y por la ampliación de espacios, con la incorporación del colegio Miguel de Cervantes como nueva sede. “Por primera vez hemos contado con una escuela inclusiva para menores con necesidades de atención especial”, explicaba Enrique Quile, concejal de Deporte.

Cada mañana, de 9.00 h a 14.00 h, los participantes han disfrutado de talleres, dinámicas de grupo, juegos populares, manualidades, deporte en equipo y actividades acuáticas para combatir el calor. “La variedad de deportes es muy amplia: hockey, voleibol, rugby, balonmano, fútbol, pádel, tenis, natación…”, destacaba Javier Mancebo, coordinador de la Escuela de Verano.

El intenso calor de julio ha hecho que las actividades de agua cobrasen protagonismo. “Hemos adaptado los horarios y ampliado los juegos en la piscina y con agua para que los niños estuvieran cómodos”, explicaba Alicia García, también coordinadora.

Las diferentes modalidades: deportiva, recreativa, summer camp e inclusiva han permitido que cada participante encontrase su espacio. Pero más allá de las actividades, los pequeños se llevan consigo nuevas amistades, valores de convivencia y recuerdos imborrables.

Con el cierre de esta edición, San Crispín se despide hasta el próximo verano, consolidándose como una de las propuestas más importantes de cohesión, integración y alegría para la comunidad educativa de Elda.