La Universidad de Alicante y el centro La Urdimbre lanzan un curso sobre neurodivergencias para transformar la mirada en las aulas

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La sede universitaria de Elda acogerá del 14 al 18 de julio un innovador curso de verano sobre neurodivergencias en el aula, impulsado por el Departamento de Psicología Evolutiva y Didáctica de la Universidad de Alicante. “La idea surge de nuestras propias clases, de escuchar a los futuros maestros y maestras, y también de nuestras vivencias personales como docentes”, explica la profesora asociada a la Universidad de Alicante, departamento de Psicología Evolutiva y Didáctica, Silvia García, coordinadora del curso junto a Mari Carmen Martínez. Ambas detectaron una necesidad urgente de formación en torno a un concepto todavía emergente: la neurodiversidad.

José Joaquín Martínez Egido, director de la Sede de la UA en Elda, silia Campos, profesora asociada de la UA y Elizabeth Belda, concejala de Relaciones con la 	Universidad.

“La palabra ‘neurodivergencia’ nos invita a entender que no hay un único modo de pensar, de aprender o de comportarse”, afirma Silvia García. Frente a un sistema educativo que aún tiende a mirar lo diferente desde la carencia, el curso plantea “ponerse unas gafas nuevas con las que ver la infancia desde otro lugar”, y atender tanto a niños con TEA, TDAH o altas capacidades como a aquellos sin diagnóstico pero que no encajan en los moldes normativos.

El enfoque será práctico, con talleres vivenciales liderados por expertos del centro La Urdimbre y organizaciones como Capacitea y Esquivo, que trabajan desde el diseño de espacios inclusivos hasta la tecnología adaptativa.

Dirigido a profesionales de la educación, estudiantes de Magisterio y familias, el curso ofrece además dos créditos universitarios. “No sabemos si podremos repetirlo el próximo año. Es una oportunidad única para quienes quieran crecer como acompañantes de la infancia”, asegura Silvia. Las inscripciones están abiertas a través de la web de la Universidad de Alicante, con plazas limitadas. Y concluye: “Queremos dejar de preguntarnos qué le falta a ese niño, y empezar a pensar qué podemos ofrecerle para que pueda brillar”.