La ermita de San Crispín y San Crispiniano luce restaurada, pero necesita mejoras en accesibilidad

La ermita de San Crispín y San Crispiniano de Elda se muestra hoy con todo su esplendor tras la reforma realizada el pasado año. El templo, que custodia a los santos patronos de las Fallas de la ciudad, se ha convertido en un punto de encuentro de devoción y tradición. Sin embargo, desde la mayordomía reclaman un pequeño detalle pendiente: la instalación de un pasamanos o rampa que permita la entrada a personas mayores o con movilidad reducida. “La ermita está preciosa, pero necesitamos que el Ayuntamiento haga un esfuerzo para poner una rampa o un pasamanos en las escaleras. Sería fundamental para que todos pudieran subir”, señaló José Manuel Carratalá, presidente de la mayordomía, en el programa Hoy por Hoy Elda Vinalopó.

Falleras y falleros de Elda, este domingo antes de iniciar la romería de San Crispín y San Crispiniano.

El colectivo, formado actualmente por siete personas, asegura que el trabajo es mucho y que necesitan más apoyo. “Somos pocos para tantas cosas. Además de las Fallas, nos movemos en otras fiestas y con otros pueblos. La mayordomía requiere dedicación, y pedimos ayuda moral y colaboración para mantener viva esta tradición”, destacó Carratalá. El grupo ha estrechado lazos con entidades como la Santa Cruz y la Mayordomía Cristo Monte Calvario  Petrer, y la hermandad de San Crispín de Elche, e incluso han recibido invitaciones desde León para futuros hermanamientos.

La restauración de la ermita ha devuelto el valor patrimonial y espiritual a un lugar que, según recuerda Carratalá, llegó a estar en el olvido. “Antes parecía un almacén. Había gente que ni sabía que allí estaban los santos. Ahora, por fin, está como debe estar”. Además, la mayordomía trabaja en nuevos proyectos, como habilitar un pequeño museo zapatero en el interior del edificio, recordando el oficio de los santos patronos y su relación con la historia del pueblo.

El mantenimiento económico de la entidad sigue siendo un reto. Rifas, lotería y aportaciones son las principales fuentes de ingresos, aunque el esfuerzo que requiere vender cada número es considerable. Para atraer a nuevas generaciones, la mayordomía también ha apostado por la modernización de su revista anual, con una portada más actual sin perder la esencia. “Esperamos que los jóvenes se acerquen más y vean con respeto lo que representan los santos”, comentó Carratalá.

Finalmente, el presidente de la mayordomía quiso lanzar un mensaje de unión: “Siempre he dicho que las Fallas y la mayordomía no son nada la una sin la otra, pero los santos están por encima de todo. Esto es unión, trabajo y constancia”.